El hombre creado por Dios a su imagen y semejanza, tiene una especial dignidad que lo coloca por encima de todos los seres de la creación.

 

De acuerdo con lo anterior, se hace necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:

 

• La singularidad personal, que supone atención a las características peculiares de cada educando.

• La formación de la libertad, la personalidad y la autonomía personal.

• La atención a la persona como sujeto activo, que se comunica y que es agente de su propia formación.

• La formación de educandos que conozcan y tengan en cuenta sus propias capacidades y valores, y que sean capaces de salir de sí mismos y encontrar su plena realización en la entrega sincera al servicio de los demás.

• El despliegue del sentido crítico de los educandos, de tal manera que se conozcan como agentes de su propio desarrollo.